lunes, 25 de noviembre de 2013

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¿Parece increíble verdad? Quien me iba a decir hace unos meses esto. Pero todo tiene un final y tal vez este es el nuestro, y quizás no me he despedido como se debe. Antes de nada quería decirte que gracias por todo, por cada risa, por cada lloro consolado, por soportarme cuando nadie mas lo hacia, por levantarme al ver que caía. Por quererme mas de lo que nadie ha sido capaz nunca, y por ayudarme cada día a estar un poco menos mal. Por escucharme cuando todo me dolía, y por soportar mi mal carácter. Por cada aguadilla, y por cada silencio. Y eso es lo que queda al fin y al cabo silencio, porque al final resulta que es cierto que el tiempo se lleva las palabras, y con ellas el olvido. Pero bueno, creo que ya soy inmune al dolor, y hoy que es cuando mas me apetecería levantarme y ser la primera en felicitarte aquí estoy, callada, como tu quisiste. Si me lees, solo eso, felicidades. Y espero darte el regalo de algún día encontrar el modo de agradecerte todo esto.

viernes, 15 de noviembre de 2013

''Me rindo. Estoy enferma de sentir.''

Es como una bola de demolición que cuelga desde la campanilla hasta el pecho, y lo va destruyendo todo por dentro. A veces hasta cuesta respirar, y eso que hay agujeros por todos lados. A veces duelen tanto las ruinas que las lagrimas son inevitables, al igual que es inevitable que el agua se evapore o que el Ebro desemboque en el mar. A veces me pregunto como esa bola de demolición llego tan profundo, me pregunto en que momento fue demasiado tarde para frenarla evitando que llegara tan profundo. Quizás fue culpa mía al pensar que podría sacarla cuando quisiera de mi garganta para evitar ahogarme, y ahora... ahora ya hace tiempo que siento que me falta el aire.