viernes, 15 de noviembre de 2013

''Me rindo. Estoy enferma de sentir.''

Es como una bola de demolición que cuelga desde la campanilla hasta el pecho, y lo va destruyendo todo por dentro. A veces hasta cuesta respirar, y eso que hay agujeros por todos lados. A veces duelen tanto las ruinas que las lagrimas son inevitables, al igual que es inevitable que el agua se evapore o que el Ebro desemboque en el mar. A veces me pregunto como esa bola de demolición llego tan profundo, me pregunto en que momento fue demasiado tarde para frenarla evitando que llegara tan profundo. Quizás fue culpa mía al pensar que podría sacarla cuando quisiera de mi garganta para evitar ahogarme, y ahora... ahora ya hace tiempo que siento que me falta el aire. 

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