jueves, 2 de julio de 2015

Since you been gone

Siempre deberíamos estar preparados para el dolor, nunca sabemos cuándo una parte de nosotros mismos partirá para no volver.
Quizás a mi me pillo demasiado de improvisto, o quizás no lo quería ver y al final fue un autoengaño.
Ha dolido mucho. Mil veces, mil veces y una, pero nada comparable a ahora.
Quizás es que yo quería demasiado y para él, simplemente nunca fui suficiente. O quizás es así porque un día tenía que estallarnos todo en la cara para darnos cuenta de qué hacíamos mal.
Para ser más exacta lo que se siente es un vacío, un vacío intenso. Que ningún día volverá a llenarse y que por supuesto nunca dejara de doler, simplemente aprenderemos a vivir con ello.
Siento tantas cosas que me ahogo a palabras intentando dejar a este dolor salir. Supongo que me lo merezco, por ingenua, por engancharme a una mentira.
Creo que nunca remontaré, al fin y al cabo eras mi otra media vida, la cuerda que me ataba, las madrugadas sin dormir. Eras mi sonrisa en días complicados, y miradas huidizas en demasiados lugares. Fuiste mi antes y mi después. Te quise y te odie. Doliste y sanaste.
Te he perdido y me he perdido yo después.

No hay comentarios:

Publicar un comentario