¿Por donde empezar? Creo que estaría bien por un gracias. Si, gracias por todo. Parece increíble como tantos años de rivalidad se esfumaron en unas horas, como afrontamos las derrotas juntas y jugamos como siendo una. También gracias por todos los momentos, que han sido inolvidables, por las risas y por apoyarnos en cada lloro, por tender una mano cuando caía al suelo y por las miradas con las que hablábamos sin mencionar palabra. Por los 'tuyo pivote' y por cada grito de animo. Por cada 'no pasa nada, a la próxima entra' mencionado, y por cada '¡va chicas que podemos!'. Por conseguir ser un equipo dentro y fuera del campo, por aceptarnos con nuestras diferencias, por olvidar si eramos de la jota, si eramos de maristas o si eramos de tarazona, y sentir qie color de nuestras camisetas que eran iguales como el de nuestro corazón. Solo deciros que gracias por una semana inolvidable y espero que algún día se vuelva a repetir. Sois las mejores.
OS QUIERO.
